La resiliencia es la capacidad para adaptarse al cambio y a los entornos difíciles. Una Cadena de Suministro resiliente es importante para las organizaciones, pues permite tener mayor resistencia frente a los riesgos y recuperarse rápidamente de las interrupciones o brechas que puedan presentarse. Sin embargo, el 60% de los líderes admite que sus Cadenas de Suministro fueron diseñadas para la eficiencia de costos, no para ser resilientes (cifras de Gartner).
Estrategias para lograr una Cadena de Suministro resiliente
1. Contar con una red de proveedores diversa
Tener una red de proveedores amplia permite mitigar el riesgo en la Cadena de Suministro pues permite tener un abanico amplio de alternativas para hacer frente a interrupciones y garantizar la continuidad del negocio. Para esto se debe tener información detallada del proveedor, así como transparencia y visibilidad de cada etapa de la Cadena.
2. Fomentar la producción nacional
Debido al impacto del COVID-19 se han generado coyunturas como la crisis de contenedores que ha afectado el abastecimiento de materias primas y suministros esenciales para las organizaciones. Por ello, una medida es fomentar la producción nacional. De esta forma, se reduce la dependencia geográfica y se acortan los tiempos de producción. Aunque las cadenas de suministro locales o regionales pueden ser más costosas, permiten tener más control sobre los inventarios y la producción, disminuyendo el riesgo de interrupciones.
3. Digitalización de procesos
Es importante contar con una Cadena de Suministro sincronizada. Para ello, las soluciones digitales son las aliadas estratégicas pues permiten que los actores clave tengan información clave en tiempo real para tomar decisiones más rápidas y proactivas.
4. Gestión proactiva de vulnerabilidades
Uno de los pasos claves es identificar las posibles vulnerabilidades que tiene la Cadena de Suministro pues esto puede generar un impacto en las operaciones y procesos. Algunas de las más comunes que se pueden presentar son: falta de transparencia y trazabilidad de las fases de la Cadena, dependencia hacia determinados proveedores, no tener completamente digitalizados los procesos o no utilizar tecnologías como Inteligencia Artificial o Analytics.
Al identificarlas, se pueden tomar medidas para mitigar los posibles riesgos y aumentar la resiliencia de la Cadena de Suministro.
