Una analogía, que parece simplista, es decir que las sensaciones del día a día de un emprendimiento se asemejan a las de una montaña rusa. No obstante, nada más cierto que un día sentirse el rey midas de las ventas y al siguiente tener certeza que el poder de convencimiento para vender es nulo. Es normal pensar que se tiene el mejor equipo y producto posible, pero la conclusión puede cambiar con un proyecto o problema distinto, hasta concluir crudamente que el producto es inestable y que el equipo aún no ha logrado engranarse lo necesario para entenderlo y adaptarlo.
En nuestro día a día, como compradores o profesionales de tesorería, normalmente tenemos demasiada carga operativa, lo que conlleva a sumirnos en la transaccionalidad y alejarnos de la meta de ser áreas realmente estratégicas para nuestras organizaciones. Un camino disruptivo y eficiente es el de forjarnos como emprendedores dentro de nuestras compañías. Bajo el modelo de intraemprendimiento podemos romper paradigmas, generar visibilidad y obtener resultados extraordinarios.
¿Cómo lograrlo exitosamente?
1.Ver el lado positivo de las cosas
Quejarnos, ahogarnos en problemas cotidianos o aceptar como ciertas las presunciones que dicen que “comprar es fácil”, “compras y tesorería son lentos” o “yo como usuario técnico lo haría mejor”, no tendrán ningún resultado favorable.
La actitud, el servicio al cliente y educar a nuestros usuarios y organizaciones en general es el camino para aprovechar estos preconceptos y con esfuerzo cambiar esta percepción. En estos momentos en que todo parece contracorriente tenemos una oportunidad excepcional para redefinir procesos, abordar nuevas maneras de trabajar y pensar en soluciones y oportunidades para ejecutar, siendo optimistas, perseverantes y tomando la responsabilidad que se requiere.
2. Valorar estar rodeado de un gran equipo
Tener un equipo en el cual confiar, y tener con quién tomar ágilmente decisiones relevantes a nivel estratégico y operativo, es esencial para sentirse acompañado y motivado para saber que el propósito es más grande que cualquier dificultad.
Preocuparnos por capacitarnos y formar a nuestro equipo es esencial, debemos rodearnos de personas confiables y capacitadas para afrontar el reto de transformar nuestras áreas. Profesionalizar la gestión de la cadena de suministros y rodearnos del mejor equipo no es opcional. Asimismo, es fundamental trabajar en nuestro networing y marca personal, interactuar con profesionales de nuestro rubro, de distintas empresas e industrias y sembrar relaciones de confianza con los distintos actores de la cadena de suministro de áreas distintas en nuestra propia compañía.
3. Sacar a flote nuestro lado comercial
Vender es fundamental y aunque parezca contradictorio porque nos dedicamos a negociar, comprar y pagar a proveedores, es clave forjar un perfil comercial. Se hace necesario “vender” nuestro trabajo, hacerlo notar y generar ese apoyo y respeto requerido a nivel corporativo. Debemos aprender a vender proyectos internos, hacer ejercicios de ROI y en general, todo el proceso comercial que se utiliza cuando se vende un producto o servicio, en este caso extrapolado a ideas o estrategias de cambio, con un claro enfoque en resultados.
4.Pensar fuera de la caja
Sin lugar a duda para emprender y vender nuestro trabajo se requiere innovar. Es fundamental apalancarnos en tecnología y entender que haciendo las cosas de la misma forma no obtendremos resultados diferentes.
No podemos afrontar retos del siglo XXI con herramientas del siglo XX. La intuición y el ingenio son necesarias para materializar procesos de negocio que se traduzcan en una arquitectura de datos apalancada en tecnologías de punta, en aras de poner a trabajar los sistemas para nosotros y no de forma inversa (nosotros trabajando para los sistemas), que es como normalmente nos sucede.
De los momentos más complejos a nivel personal y profesional es de donde se obtienen mejores aprendizajes y se forjan las ideas, sensaciones y experiencias que posteriormente nos demostrarán el sentido y el propósito de por qué hacemos nuestro trabajo. Tirar la toalla nunca será una opción, depende de nosotros visibilizar nuestro trabajo y hacerlo valioso de cara a nuestros stakeholders. El Intraemprendimiento resumido en proponer cambios y proyectos en aras de hacer las cosas de forma diferente, es un camino estratégico y muy efectivo para lograr visibilizar y demostrar la relevancia de nuestros roles y su impacto organizacional.
Tenemos dos caminos: ser pasivos y no arriesgarnos, lo que con seguridad desembocará en resultados ya conocidos; o en su defecto, ser proactivos, retarnos y arriesgarnos. Aunque esta opción implica el riesgo de equivocarnos y sortear adversidades, sin lugar a dudas, saliendo de nuestra zona de confort maximizamos la probabilidad de obtener los resultados extraordinarios que necesitan nuestros negocios y, a la vez, nosotros como profesionales excepcionales.