El fenómeno del Nearshoring, consiste en la relocalización de las cadenas de suministro para estar más cerca de su consumidor final. En el caso de Latinoamérica, consiste en la relocalización de empresas – generalmente manufactureras – desde Asia hacia Latinoamérica para estar más cerca de Estados Unidos.
El inicio de nearshoring en Latinoamérica
Este fenómeno empezó desde el 2021 cuando el presidente Joe Biden decidió “reducir la alta dependencia de China “como uno de sus principales objetivos económicos. Ejemplo de esto es la Ley Chips que consiste en la construcción y ampliación de fábricas de semiconductores en territorio estadounidense.
Dentro de los países que más podrían beneficiarse de este fenómeno están: México, Canadá, Brasil, Colombia, República Dominicana y Argentina. La buena noticia para estos países es este fenómeno ya está sucediendo. Según datos del departamento de comercio de Estados Unidos, las importaciones de USA provenientes de China se han reducido en un 25% de Enero a junio 2023, comparándolo con el año anterior. México es el país que más ha reemplazado a China en la importación de USA en este mismo periodo, seguido de Canadá.
En las estimaciones del BID se encuentra que las exportaciones globales de América Latina pueden incrementar en cerca de US$78.000 millones anuales, de los cuales México, Brasil y Colombia tomarían las participaciones más importantes. Dentro de las industrias con más impacto tendrían serían: automotriz, textil, farmacéutica, energías renovables y el sector de IT.
Sin embargo, no todo son noticias alentadoras. Los países beneficiados cuentan con deficiencias en el ambiente para hacer negocios, incertidumbre política, monedas volátiles y una precaria infraestructura comercial; elementos claves para atraer inversión y hacer posible el Nearshoring.
Además de estos retos estructurales de los países en Latinoamérica, Estados Unidos ha vuelto a generar canales de comunicación con China, según lo evidencia la reciente visita entre los mandatarios Xi JinPing y Biden durante el mes de noviembre del 2023. Esta visita es calificada por los analistas como una puerta abierta que quiere mantener los Estados Unidos de estabilidad económica y de seguridad global.
Es probable que las estrategias del actual gobierno estadounidense no cambien y sigan su curso para diversificar su cadena de suministro en Latinoamérica, lo cual requiere de inversiones importantes en varios de estos países. Lo anterior, seguirá siendo un pilar para poder reducir la exposición y la dependencia que durante más de 20 años se configuro de Estados Unidos hacia China.
Se prevé entonces que el fortalecimiento del Nearshoring hasta ahora incipiente tenga un desarrollo más acelerado en los próximos años y que la estrategia de Estados Unidos se mantenga inalterada al menos por varios años más. Esto no reñirá con la reapertura de vínculos comerciales con China de manera gradual.