El rol de Gerente de Abastecimiento o Compras es una posición que se ha venido robusteciendo y cada vez cobra más protagonismo en las empresas. Solía ser un complemento o anexo a áreas administrativas, a veces financieras o contables, hasta llegar hoy a estar al mismo nivel de las anteriores en una conversación directa en términos de jerarquía, tamaño de departamento e impacto en la toma de decisiones.
A pesar de este protagonismo incremental y de la robustez adquirida por la posición y el área de negocio, hay algunos puntos en los que el rol se ve comprometido ante circunstancias en las que los indicadores tradicionalmente definidos se ven cortos y no logran responder a escenarios de adversidad y crisis. Cuando hablamos de indicadores tradicionales nos referimos a aquellos en donde solo y exclusivamente se persigue: reducción de costos, ahorros, cumplimiento con el ciclo de abastecimiento y control de proveedores.
En condiciones de mercado o de empresas con relativa calma, estabilidad y bonanza el rol del líder de Abastecimiento y Compras, bajo los indicadores denominados tradicionales, puede ser bastante básica y hasta intuitiva. Sin embargo, en condiciones de crisis: empresas en momentos críticos de ventas, picos de desabastecimiento, virajes intempestivos de cierres de líneas de negocio y hasta pandemias, el reto de lograr ahorros o bajar costos donde ya realmente no hay mucho campo de acción invitan a este líder a pensar más allá de lo operativo y asumir un rol más estratégico.
3 puntos clave para lograrlo
1.Foco en el origen y no solo en la salida
Muchos líderes de Compras están enfocados exclusivamente en gestionar la salida de recursos (no está mal, pero es incompleto), dejando de lado el cuestionamiento clave de ¿cuál es el origen estratégico que esta motivando a ejecutar esa línea de gasto que se esta gestionando? Conociendo, cuestionando y participando en ese punto origen del gasto genera un real control de la cadena de abastecimiento.
2. Estructuración digital
Dar continuidad a procesos manuales y con alta carga operativa es una marca de retraso empresarial que hoy la coyuntura mundial pone en evidencia. Es por ello por lo que el apalancamiento tecnológico se vuelve imperativo en el ADN de cualquier encargado de compras, quien desde su posición se consolidad como motor de modernización y agilidad en los procesos de la empresa.
3.Vigilante empresarial
Cuando el encargado de Compras logra asumir un rol más estratégico y no solo operativo se vincula con muchos frentes de trabajo no solo internos sino externos. De esta forma, se vuelve un termómetro que puede aportar insumos clave en la toma de decisiones de la alta gerencia.
Internos: qué áreas están demandando más recursos, cuáles impactan más los indicadores estratégicos, qué tan estable se ve la cadena de abastecimiento en el corto y largo plazo, entre otros.
Externos: qué proveedores generan mayor dependencia, qué sectores se evidencian más volátiles, en qué país o ciudad se denotan mejores oportunidades de negocio, etc.
Los constantes cambios sociales, económicos, digitales y demás, obligan al líder de Compras a no quedarse solo en ahorrar, renegociar contratos o llenar plantillas de seguimiento en Excel. El reto está en consolidar la posición estratégica del rol bajo una vinculación completa en la cadena de negocio con una perspectiva digital y de control temprano de riesgos y oportunidades.