Día a día la cadena de abastecimiento toma más fuerza dentro de las organizaciones por su impacto estratégico en el alcance de objetivos y metas trazadas.
No siendo ajeno a este reto, muchas compañías están migrando al manejo de su procurement organizado por gestión de categorías que corresponde básicamente a la segmentación de los bienes y servicios que satisfacen las necesidades del cliente interno y su tratamiento por unidades estratégicas dentro de nuestra área, quienes analizan los bienes y servicios que componen su categoría para desarrollar tácticas eficaces que mejoren su abastecimiento y generen eficiencia para la organización.
Pasos para la gestión de categorías
Es importante tener en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos para movernos a un manejo de gestión por categorías:
1. Contar con un maestro de bienes y servicios basado en las necesidades de la compañía y del sector al cual pertenece.
2. Generar históricos de compra que permitan realizar un correcto análisis del gasto, con el fin de hacer una adecuada segregación de unidades de negocio.
3. Determinar los clientes internos a atender en cada una de las categorías determinadas.
4. Hacer una correcta distribución del equipo entre las categorías teniendo en cuenta sus perfiles y especialidades. La idea es que los integrantes se vuelvan expertos en su tema.
5. Analizar riesgos y oportunidades de abastecimiento en cada una de las categorías, con el fin de tener una visión clara entre el comportamiento de los requerimientos de compra versus el mercado que ofrece los productos y servicios.
6. Generar estrategias por categoría teniendo en cuenta variables como tiempos de respuesta, consolidación de necesidades, modalidades de selección y negociación, proveedores en el mercado, entre otros.
7. Determinar indicadores que midan el comportamiento de este manejo con el fin de implementar mejoras en los puntos débiles y fortalecer las ventajas durante la ejecución.
El dominio y conocimiento de nuestra operación junto una visión estratégica de abastecimiento nos permitirá siempre tomar las mejores decisiones en cuanto a la organización de nuestro proceso. Tomando buenas prácticas, soportándonos en nuestro mejor recurso humano y apalancándonos en el uso de la tecnología obtendremos mejores resultados siendo una ventaja competitiva para la organización.