Transparencia y trazabilidad como complemento directo a la eficiencia de la cadena de abastecimiento

Transparencia y trazabilidad como complemento directo a la eficiencia de la cadena de abastecimiento

A lo largo de los años la cadena de abastecimiento ha sido medida contemplando las variables de cantidad, tiempo y costo como primordiales para determinar el grado de eficiencia que tiene en nuestra organización. Particularmente, el costo ha sido el indicador más importante que ha determinado el éxito o fracaso de la gestión de las áreas de suministros; siendo este factor el primero en todas las decisiones gerenciales vistas desde los resultados económicos de la organización.

Normalmente los datos obtenidos se aplican directamente a la comparación entre presupuestos y valor de las compras, pero no a la implicación directa en la entrada a tiempo de proyectos requeridos por la empresa o correcta operación sin retrasos, visto estos dos como costo de oportunidad.

Factores clave

Existen dos factores fundamentales que determinan el éxito de la gestión de abastecimiento y que hoy en día han cobrado alto valor dentro de las reglas y dinamismo de una cadena que se enfrenta a su posición estratégica dentro de la organización: transparencia y trazabilidad.

Al conectar requerimientos internos de la organización y ofrecimiento del mercado, la cadena de abastecimiento debe cumplir, sin duda, con el principio de la transparencia que permite aumentar la confianza interna y externa de los actores del suministro, estableciendo unas reglas de oferta y demanda adecuadas para la obtención de los mejores resultados, abasteciendo bienes y servicios que se adapten a las necesidades reales de la empresa, tomando del mercado productos y alternativas que redunden en diferencias competitivas en beneficio de la organización.

La transparencia no se limita a un proceso ético con reglas claras, sino que cobra una relevancia en temas de responsabilidad empresarial y a nivel ambiental como como eje fundamental del comportamiento empresarial.

Por otro lado, la trazabilidad se convierte en el factor integrador de la cadena donde las diferentes áreas internas involucradas directamente en la gestión se empoderan, no solo de su eslabón sino del resultado final.  De esta manera, el área de suministros engrana todo el proceso y trabaja mano a mano con todos sus integrantes de una manera adecuada, garantizando la toma de decisiones al instante en desviaciones presentadas, promulgando planes de acción inmediatos así como potenciando los resultados positivos que se presenten en los eslabones de la cadena, irradiándolos a todo el proceso.

Para lograr los resultados anteriormente expuestos, haciendo un correcto enlace entre la eficiencia requerida con la transparencia y trazabilidad del proceso, la tecnología sin duda se convierte en la llave para lograr su cohesión.  

Debemos preparar nuestras organizaciones hacia un crecimiento tecnológico que nos permita cumplir con nuestra actividad más importante, “pensar”, garantizando de antemano que la gestión engranada, flexible y ágil se encuentra cubierta bajo los desarrollos actuales que crean puentes confiables al interior y exterior de nuestra organización, redundando adicionalmente en un crecimiento del área de suministros como eje central en las actividades que permiten la operación y desarrollo de las empresas.

Ricardo Plata

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